Después de algunos años me he dado cuenta que mi blog personal parece más bien el blog de Guadalupe. La razón, hoy que la pienso, resulta sencilla: Guadalupe está en mí. Por eso será que sin importar donde haya ido me he llevado a Guadalupe conmigo. He pensado en Guadalupe en Guadalupe, bajo la sombra del guabo que se erguía en el corral de la casa de la abuela, hasta mis 9 años; he pensado en Guadalupe en Semán, ese pueblito arrocero que vio corretear entre sus callecitas de polvo hasta mis 17 años; he pensado en Guadalupe en Laredo, ese pueblo azucarero testigo de mis insomnios universitarios hasta mis 26 años; he pensado en Guadalupe en Puerto Rico, aquella breve isla caribeña que me facilitó mis estudios de postgrado hasta mis 36 años; he pensado en Guadalupe en Lima, la panza de burro, mientras ejercía la docencia universitaria hasta mis 39 años; hoy mismo pienso en Guadalupe en Trujillo, aquella ciudad que durante mi época universitaria me parecía tan lejana e inaccesible.Hoy, 15 de abril de 2010, a 460 años de la FUNDACION OFICIAL ESPANOLA de Guadalupe, inauguro este blog propio de Guadalupe, el cual viene a llenar el vacío dejado por la desaparición repentina de la página Guadalupe, Tierra Milenaria, debido a la clausura del servidor GEOCITIES en octubre del año pasado, en donde dicha página estaba alojada de manera gratuita.
Bienvenido a este espacio de crítica y análisis sobre el pueblo que desde siempre me quita el sueño, pero que desde siempre me insufla vida. Bienvenido a este espacio de amor por Guadalupe, pero no de un amor ciego y trasnochado, sino de un amor que no obnubile mi pensamiento, que no me prive señalarle a Guadalupe sus tristezas y sus carencias que desde siempre han sido mías, desde siempre me han dolido.
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